Cómo arreglar una puerta que no cierra. Con el paso del tiempo y los cambios de tiempo, no es raro que las puertas dejen de cumplir su trabajo y no cierren. Antes de comenzar hay que tener listos nuestros materiales:
– Lápiz
– cinta métrica
– Formon
– Cepillo para madera
– Lija (regular y fina para madera) y
– Destornillador (estrella o plano)
Muy bien ahí vamos… bien si notamos que la puerta está cerrando mal o se está comenzando a “descolgar” empezaremos a darle el mantenimiento correspondiente, comenzando parte por parte de las cuales ellas son:
Bisagras:
Si la puerta está floja, antes de ajustar los tornillos, apóyala para que no recargue el peso en un lado, una vez que este a nivel, recién ajuste los tornillos de la puerta, progresivamente uno del otro, eso le dará paridad y verás a tu puerta a su nivel correcto.
Entrada de la chapa:
Bien vayamos a otra parte de la puerta, la entrada de la chapa (el lugar donde ingresa al cerrar la puerta y al momento de echar llave a la casa). Bien si es que lo vas a instalar por primera vez, recórtale los bordes para que este a nivel de chapa, un formon chico y con martillo serán lo ideal para sacar el excedente de madera y así pueda ingresar la entrada de la chapa. Luego marca con un lápiz los puntos donde pasaran los tornillos antes y listo ahí ya podrás fijarlo a la puerta.
Retoque de la puerta:
Para dejarla a la medida una puerta de madera, antes deberá lijar o cepillar el borde de la puerta para permitir que se ajuste a la apertura. Es importante quitar el material excedente sólo un poco en cada vez. Si usted toma una gran cantidad de material, puede dar lugar a unas diferencias excesivas. Para una puerta de metal o fibra de vidrio, los ajustes deben hacerse a la puerta, en lugar de recortar la puerta. Averigüe dónde está la puerta tocando ligeramente el marco de esta y saque el área a ser eliminada.
La claves es medir bien, el resto es pan comido!