Si aún no has llegado a la fase de necesitar un equipamiento de baño especializado, pero estás planeando renovar tu baño de todos modos, adaptarlo en previsión de futuras necesidades cuando te hagas más mayor es una forma excelente de evitar accidentes y facilitarte la vida si tu movilidad empieza a disminuir.
Si estás pensando en cómo garantizar que tu baño sea seguro y fácil de usar en el futuro, lee nuestras consideraciones de seguridad al adaptar un baño. Tampoco es mala idea acudir a profesionales de las reformas, por ejemplo, conoce banoweb.es, donde llevan mucho tiempo especializados en ello. Mientras, veamos algunos consejos.
Si tienes una enfermedad crónica o una discapacidad que te impide entrar y salir del baño con facilidad -y tienes la intención de vivir en tu vivienda actual durante los próximos años- es probable que puedas optar a una subvención para la reforma. Los servicios sociales de los ayuntamientos y las comunidades autónomas te informarán mejor.
Comprar una bañera que se adapte a tus necesidades
Si te cuesta entrar y salir de la bañera, pero sigues disfrutando de un relajante baño en agua caliente, hay otros tipos de bañeras que pueden ayudarte.
Bañeras con puerta
Las bañeras con puerta tienen una puerta integrada en el lateral de la bañera, para que no tengas que arrastrar tu cuerpo y arriesgarte a una caída. Las hay de diferentes formas y tamaños, desde bañeras cortas con una pequeña puerta, diseñadas para sentarse, hasta bañeras largas con todo un panel lateral que se abre, adecuadas para quienes disfrutan de un largo baño tumbados.
El principal inconveniente de las bañeras sin puerta es que tienes que entrar en ellas antes de hacer correr el agua. Por lo tanto, tienes que asegurarte de que tu cuarto de baño se mantiene a una temperatura cálida, para que no te enfríes mientras esperas a que se llene la bañera. También tienes que esperar a que el agua se haya vaciado antes de abrir la puerta para salir.
Bañeras con asiento incorporado
Estas bañeras tienen un asiento moldeado en la propia bañera, en el extremo opuesto a los grifos. Tienen la misma finalidad que los asientos de bañera portátiles -permitirte sentarte medio sumergido en la bañera-, pero tienen la ventaja añadida de no parecer institucionales y de no tener una capacidad máxima de peso.
Las bañeras con asientos integrales suelen ser más cómodas que los asientos de bañera portátiles, ya que estos últimos suelen tener agujeros de drenaje o listones.
Sin embargo, al igual que en el caso de los asientos portátiles, seguirás necesitando algo de fuerza en los brazos para moverte desde el asiento hasta la propia bañera y para salir de ella. Además, estas bañeras no son realmente adecuadas para reclinarse en ellas, ya que el asiento suele estorbar.
Bañeras poco profundas
Si te cuesta llegar al borde de la bañera, y no te importa que el agua sea poco profunda, considera la posibilidad de comprar una bañera de altura inferior a la estándar. Esto puede requerir cierta agilidad y fuerza, pero menos que con las bañeras de tamaño estándar.
Duchas a ras de suelo
Las duchas a ras de suelo son esencialmente duchas sin escalón con el que podrías tropezar. Son la mejor opción para la mayoría de las personas con problemas de movilidad. Suelen venir con bombas de desagüe y/o suelos inclinados o en rampa para minimizar las fugas de agua a través de las puertas de la ducha hacia el resto del cuarto de baño.
Si las fugas te preocupan, también podría funcionar una ducha de acceso bajo, con una altura mínima de entrada a la cabina de alrededor de 1 cm.
Asientos de ducha
Aunque puedes utilizar taburetes o sillas de ducha portátiles (con ruedas o independientes) en la ducha, la opción más estable es conseguir un asiento fijado en la cabina de ducha o en la zona del suelo húmedo. Asegúrate de que el asiento está fijado a la altura adecuada para ti.
Los asientos también pueden incorporarse a la estructura de la cabina de ducha o del cuarto húmedo. Asegúrate de que los raíles de sujeción, que se utilizarán junto con el asiento de la ducha, están fijados exactamente en los lugares adecuados y a la altura correcta. Un auxiliar de enfermería podrá asesorarte al respecto.
Mandos de la ducha
Algunos mandos de ducha están diseñados específicamente para que sean fáciles de girar, agarrar y alcanzar. También pueden tener diales preestablecidos y pantallas más grandes.
Las duchas con controles termostáticos garantizan que el agua se mantenga a una temperatura uniforme, o dentro de un rango determinado, mediante un estabilizador incorporado que ajusta automáticamente la temperatura del agua. Así se evita cualquier posibilidad de escaldado o de que el agua se vuelva incómodamente fría.
¡¡Con estos consejos y profesionales de las reformas, tu baño quedará perfectamente adaptado!!